Cómo comenzó todo
«Sé que suena cursi, pero juro que había un brillo en sus ojos cuando me miró.»
— Alex
«Me sentí muy decepcionada cuando no me pidió mi número.»
— Brinlee
Brinlee y Alex
—
Alex y Brinlee se conocieron en el gimnasio. Alex era cliente frecuente y Brinlee trabajaba ahí. Un día, en pleno entrenamiento, Alex se lastimo el dedo con las pesas. Dolió, pero también le dio la excusa perfecta: pedirle a Brinlee una curita en la recepción. Desde ese momento empezaron a hablar. Desde el principio, Alex lo tuvo claro, pero el momento no era el adecuado y después de algunas citas se dieron cuenta de que no era su tiempo. Meses más tarde, el destino los volvió a reunir en el mismo gimnasio. Un paseo en moto por el Can y un beso bajo las luces del valle hicieron que todo encajara. Hoy somos mejores amigos, grandes amores, y estamos listos para todo lo que la vida nos depare. ¡Ahora sí, vamos a hacerlo oficial!
Y lo demás es historia.
Bajando en moto por el cañón esa noche, todo se sintió distinto, como si el camino se hubiera abierto. La vida ha tenido sus baches desde entonces, pero con el otro a nuestro lado, cada trayecto se siente más suave, más fácil y un poco más libre.





